La fruta prohibida:
Un día al llegar del colegio vi que mi madre había ido a la frutería pues el frutero estaba lleno de unas deliciosas y variadas frutas pero entre todas las que había mis ojos de fueron hacia una roja y brillante manzana, aunque no fueron los únicos ojos que se dirigieron hacia ella, pues a mis hermanas le pasó lo mismo que a mí. Ese día le dimos la comida a mis padres, ¡ que si la manzana es para mí, que yo la vi primero, que yo lo dije primero...! Mi madre decía:" bueno pues para las tres ", pero nosotras no queríamos compartirla, así que mi madre muy enfadada dijo:" ¡ pues para ninguna ! Cada vez que entrabamos en la cocina mirábamos a ver si alguna de nosotras se lo había comido para protestar, pero nos hicimos caso y no nos la comimos.
Cuando nos acostamos la manzana seguía en el frutero, pero yo no podía coger el sueño pensando en la disocha fruta, así que esperé que todos se quedara en silencio y cuando no escuché ningún ruido me levanté, me metí en la cocina y... ¡ zas, zas, zas ! Me la comí. Cuando terminé de saborearla; estaba buenísima; noté algo raro en mi cuerpo ¡ noo !poco a poco me estaba conbirtiendo en manzana ¡ no puede ser ! Me miré en el espejo de mi habitación y tenía hasta el rabito no me faltaba ningún detalle los brazos cortos, las piernas cortas y completamente redonda. Empecé a llorar desconsolada, mis pedres y mis hermanas se levantaron asustados por el llanto mis hermanas decían: " ¡ Mira una manzana con piernas y brazos ! ¡ Y está llorando ! ¡ Ana, Ana ven no te lo pierdas ! " Yo decía: ¡ Qué Ana soy yo ! ¡ Ana la manzana ! Eso te ha pasado por no hacerte cas, decían mis padres y en este momento me desperté ¡ qué alegría ! Todo había sido un sueño un sueño, me dí media vuelta y seguí durmiendo. Al día siguiente era jueves el día que hay que llevar fruta a el colegio como podréis imaginar no me llevé la manzana y mi desayuno en el recreo fue un plátano y cuándo terminé de comermelo: ¿ sebéis lo que me ocurrió ?...
